8.06.2005

CLEAN : LOS PELIGROS DE LA ELEGANCIA.


La muerte por sobredosis de un cantante de rock en decadencia provoca el arresto de su mujer(Maggie Cheung) en tierra canadiense y la sepación de su hijo que queda en manos de sus abuelos paternos. Más adelante la mujer regresa a Paris y comienza su proceso de desintoxicación para recuperar a su hijo.

El inicio de Clean nos instalaba en una norteamerica hostil y sin embargo atractiva como los paisajes semiderruidos de Sam Shepard y el Canada enigmatico aunque hiperrealista de Atom Egoyan y David Cronenberg. Un paisaje urbano que resuena a Blade Runner con sus industrias humeantes y sus calles frias y desoladas. Espacios que estimulan las expectativas del relato desolado y fisico que hace que lo mejor del cine de norteamerica este tan ligado al cuerpo y al paisaje. Aparente filme del micromundo del rock entre aquellos fracasados y junkies que deviene en poco minutos en una alabanza a las posibilidades de la Europa unificada y a la infinitas variedades de la redención.

Paradojicamente es Europa - la Europa unificada inexiste pero imaginada con ingenua perversión publicitaria - quien impondra en el filme de Olivier Assayas (niño mimado de la crítica francesa) la centralidad y clacisismo en el relato, el sentido dominante y la sentimentalidad. Mientras Canada ofrece la sensación de espacios barbaros, paisaje arido y melancolico a lo Vincent Gallo en Brown Bunny, Europa se presenta como la zona civilizada hasta el agotamiento de las fuerzas vitales, con su mundillo rock de maneras glamorosas y sus clubes de diseño amanerado.

El filme de Assayas no posee grandes falencias, lo más problematico es que no no se perciben errores técnicos ni dramáticos que puedan criticarse, de hecho todo parece bien diseñado, las interpretaciones de Maggie Cheung y sobre todo de Nick Nolte son sobresalientes (Nolte como un Mitchum envejecido es cada día más cuerpo tensionado a punto de explotar), la banda sonora una vez más en un filme de Assayas es refinadamente delicada (selección excesivamente cuidadosa como si se tratara de la susurrante musica ambiental de un bistro parisino, la distancia con el elemento melomano con Tarantino es evidente , pues en el norteamericano la combinación de música chatarra con temas sofisticados y su canibalización de otras bandas sonoras le otorga una vitalidad expresiva de la cual carece Assayas). Esa claridad de intenciones en donde todo parece funcionar sin grandes complicaciones - transparencia clàsica que distancia y enfria - provoca que nos resistamos a ceder ante Clean como nos resistimos ante cualquier producto demasiado limpio..faltan asperezas, enigmas, tensiones ....falta aquello que mantiene viva a una cultura; inestabilidad y desplazamiento, a fin de cuentas carencia de sentido.