10.04.2005

MEXICAN BARROCO BARRIOBAJERO



El cine de Arturo Ripstein siempre ha estado sometido a un constante trabajo de revisión interna. autor inconformista y criado a la sombra hibrida del cine mexicano, entre una cultura mestiza de filmes de explotación, luchadores enmascadores y su maestro ya legendario: luis buñuel. no es un asunto de trivialidad biografica que un joven ripsten presenciará a los 15 años el rodaje de nazarin y que el año 1962 trabajara como ayudante de dirección no acreditado en "El angel exterminador".

Parte de su filmografía ha sido revisada durante el festival y obras ásperas de juventud como "el castillo de la pureza" se pueden apreciar junto a algunos de sus filmes más recientes como "el evangelio de las maravillas", trabajo post "profundo carmesi" que transita por senderos similares, en cuanto proyecto por reciclar la sensibilidad melodramática popular, la carga barroca escenografica que lo vincula a la fuente mestiza del México profundo con sus referencias escatológicas, la iconologia de papel mache, las actuaciones cargadas de un tono histriónico y digno de los mejores culebrones latinoamericanos.

Melodrama sin complejos de culpa encarnado en sus amores fatales y al borde de lo patológico - la sicologia tiene poco presencia en una obra en donde las pasiones son tan arrasadoras como la cantidad de alcohol que se ingiere, es posible que uno de los pocos directores capaces de llevar nuevamente al cine la obra del bastardo lowry "bajo el volcán" de manera de activar todos sus componentes del barroco mexicano y su carga de hermeneutica esotérica remojada en mezcal y paranoia anti fascista sea ripstein - el aire recargado de sus filmes que combina una fonambulesca mezcla de retazos de fellini,con un tono kisch de postal religiosa y enfrentamiento enmascarado entre el santo y blue damon.

Con "Profundo Carmesi" (1996) regresa a ser reconocido en nuestras pantallas después de varias décadas de ausencia, este remake inconfeso de aquellla perversa obra única de Leonard Kastle " The honeymoon killer" (1970) marca nuestra reencuentro con Ripstein en su forma más perversa y excesiva, en este intinerario de una pareja de asesinos tan descarnados y morbosos como amorosamente atados a un nivel de enloquecida pasión solo comprensible en México o Rusia, road movies de brutalidad y amor al límite. lo que en la versión de Kastle (inicialmente el filme iba a ser dirigido por un joven Martin Scorsese) se presentaba como un filme preciso, económico y minimalista, en el de Ripstein se muestra como derroche, exceso y gratuidad.

En "el evangelio de las maravillas" Ripstein vuelve a narrar sus queridas parábolas de bajo fondo y trasfondo religioso, es posible que el sea uno de los pocos en poder enfrentar esté género tan menoscabado por el tono pedagógico y doctrinal, sin caer en el peligro de lo ridículo en la medida que asume con claridad que la religión y la pasión amorosa se presentan como ejercicio ascetico o hiperbólica encarnación barroca, el naturalismo no tiene mucho que decir con su sentido común, sus textos comunicativos y sus restricciones de verosimilitud.

En el caso de este filme, lo religioso es pura feria de saltimbanquis, estrafalia secta milenarista que se concentra en torno al fin de los tiempos y al imaginario de viejos filmes religiosos : Víctor Mature en "el manto sagrado" o Charlton Heston en "los diez mandamientos" encarnan a los nuevos profetas de la segunda venida del Mesías. Mística negativa y por lo santo indagadora del pecado como ejercicio redencionista - mientras más se profundiza en la carne más se despojan de ella- entre el alcohol, la promiscuidad, el acostumbramiento a la fetides de excrementos y carne descompuesta - estrategias escatologicas de un sistema de acostumbramiento a la podredumbre del infierno próximo - y los ritos de auto flagelantes, la comunidad de iluminitas se prepara para el nuevo milenio.