1.21.2006

FESTIVAL IN-EDIT 2006

ALGUNOS COMENTARIOS SOBRE MIS DOCUMENTALES PREDILECTOS EN EL SEGUNDO AÑO DE ESTE FESTIVAL.

POR MIGUEL ANGEL VIDAURRE


THE SOUL OF A MAN: operaciones hibridas.



Win Wenders retoma el documental y realiza una pequeña obra al interior de la serie ideada por Martin Scorsese en torno al blues. Tomando como punto de partida el lanzamiento del Voyager y el contenido de su disco de información que incluye grabaciones de algunos músicos de blues, Wenders ira diseñando mediante una serie de reconstrucciones, imágenes de archivo y revisiones de temas clásicos interpretados por músicos contemporáneos fragmentos de la vida de tres músicos de blues: Skip James, Blind Willie Johnson y J.B. Lenoir.

Aprovechando la estructura del documental Wenders realiza un trabajo audiovisual que lo vincula a la ficción y al ensayo, como lo había hecho en otros filmes, especialmente en "Lightning Over Water" (1980) en donde procede a una operación de simulación documentalista para acercarse a la figura de Nicholas Ray , no se trata de un falso documental al estilo de “This Is Spinal Tap”(1984) de Rob Reiner, sino más bien un trabajo hibrido que intenta mediante estrategias diversas acercarse al objeto de estudio.

Mediante un uso intensivo de reconstrucciones de corte minimalista – blanco y negro, actores encarnando a los diversos cantantes de blues, uso intensivo de espacio escenografitos mínimos, Blind Willie Johnson apoyado contra el porche de una casa sureña en un plano cerrado en donde el encuadre no abarca más que al músico, su guitarra, y fragmentos del porche, algunas personas brotan desde el espacio off y pasan ante la cámara, con esos pocos elementos Wenders nos instala en la década del treinta.

Desplazándose continuamente desde las reconstrucciones de época al registro de músicos actuales como Lou Reed, Nick Cave o Bonnie Rait que interpretan nuevas versiones de los mismos temas que nosotros escuchamos en sus versiones originales ficcionadas por Wenders, el filme integra estos retazos en una operación collage que cumple tanto las intenciones del homenaje como las necesidades documentalistas del proyecto del cual es parte, pero que por sobre todo es un notable ejercicio de estilo y un ejemplo de aprovechamiento de las posibilidades formales del formato documental entendido al interior de una definición flexible y poco ortodoxa.




NO DIRECTION HOME: SCORSESE RELEE A PENNEBAKER.(DVD)

“Un artista debe tener cuidado de no llegar a ningún sitio donde piense que ya ha llegado…es preciso estar siempre en un estado de transito.” (Bob Dylan).

En 1967 se estreno uno de los documentales fundamentales para la evolución del género al interior de la temáticas ligadas al fenómeno del incipiente ascenso de la música pop: “Don’t look back” de D.A. Pennebaker, autor casi desconocido en nuestras latitudes y que sin embargo es el responsable no solo de la creciente complejidad estructural de los documentales centrados en conciertos o en interpretes sino también en la transformación del puro registro en una obra de valor estético anexo como es el caso del video clip. A Pennebaker se deben algunos hitos de la cultura popular norteamericana como “Monterey Pop” (1968), “Ziggy Stardust and the Spiders from Mars” (1973), “Depeche Mode 101”(1989), “Woodstock Diary” (1994), entre otros.

Participe de los autores norteamericanos independientes de fines de los 50 como Jonas Mekas, colaborador de JL Godard, guionista para Norman Mailer y productor del exitoso documental Startup.com (2001), Pennebaker organiza en Don’t look back un filme a la usanza del cinema verite de Jean Rouch , mediante un seguimiento insaciable a Bob Dylan durante su gira de 1965 por Reino Unido. Es difícil saber si la intuición de documentalista o su cercanía con el aún músico folk lo llevaron a suponer que esta gira iba a ser fundamental en la transformación artística de Dylan. Cámara en mano, cortes bruscos, quiebres de eje, entrevistas sin pauta previa, lograron que el documental tuviera una fluidez que coincidía con muchas de las búsquedas expresivas de la época e incluso con la noción de cassavetes en torno a un cine que parece estar gestándose ante nuestros ojos.

El fundamento del trabajo de Pennebaker fue el estar en el centro neurálgico de transformación de un Dylan folk, ligado a la izquierda norteamericana y patrocinado por Woody Guthrie, Pete Seeger o Joan Baez, a un Dylan apoyado por un grupo de músicos con raíces vinculadas al blues y al rock con una noción del espectáculo que molestaba a las pudorosas buenas conciencias de la política “progresista”. El paso del intérprete de himnos con aires eclesiales a la estrella del rock con aspavientos de dandie. En ese momento la cámara de Pennebaker se presenta como inigualable, captando la tensión de los conciertos, la molestia de los seguidores del primer Dylan, poco dispuestos, como amantes despechados, de admitir los cambios en su ídolo.

Casi treinta años después se le ofrece a Martin Scorsese el proyecto de un nuevo documental sobre Dylan, y Scorsese acepta sin filmar un trozo por su propia cuenta. La autoría se fundamenta en la elección de un punto de vista y en la selección de cientos de horas de material fílmico, entrevistas para la televisión, fotografías de archivos y un par de entrevistas más recientes, en las cuales Scorsese no participo. La mirada del autor emana de un concepto encarnado en un trabajo manual y no necesariamente en su presencia permanente en cada momento del proyecto. La reutilización de material filmado por terceros es una práctica habitual del documental desde los ejercicios de montaje sonoro de Vertov en los 20, hasta los ejercicios atrabiliarios y cínicamente divertidos de Craig Baldwin, como la desopilante “Tribulation 99: alien anomalies Ander América”(1992), absolutamente compuesto por material de prensa y filmes mexicanos de lucha libre, en donde planea la descabellada tesis del origen extraterrestre de los movimientos de izquierda en Latinoamérica.

“I'm Just a Song and Dance Man" (Bob Dylan)

La operación de Scorsese se concentra en la reordenación de una serie de material previamente filmado por Murray Lerner, Andy Warhol, Jonas Mekas y obviamente Pennebaker, cuyo trabajo se instala como el centro referencial de todo el trabajo, una especie de flexible columna de sentido que permite conectar la diversidad de información a una matriz que conlleva la lectura scorsesiana de dicho material ajeno a su propia mano.

“No direction home” no pretende convertirse en una mirada que abarque la totalidad de la obra de Dylan, ni siquiera es una puesta al día del trabajo de Pennebaker en cuanto progresión cronológica o ampliación a otras referencias de su trabajo, como su participación actoral en diversos filmes, sus bandas sonoras o los poemas publicados, sino que se concentra en un punto menos impactante pero pudorosamente más complejo que consiste en volver a mirar “Don´t look back” y otorgarle una nueva profundidad a esa mirada. Al combinar lasa diversas miradas de los directores de la época, con retazos de imágenes de prensa y entrevistas intercaladas haciendo referencia directa o indirectamente al momento de la primera transformación importante de la música de Dylan, el documental logra imponer su originalidad, lo que importa es el criterio, la posibilidad de relectura de una obra realizada décadas atrás desde la mirada de un participe de ese momento que nos guste o no ha tendido a transmutar su obra en un par de ocasiones, desde su cercanía a la nouvelle vague con filmes como “Who's That Knocking at My Door”(1967), deviendo posteriormente en un híbrido de cine experimental con cine de género como en Taxi Driver (1976), para culminar en los últimos años en una etapa de clasicismo de corte preciosista que supone una conexión con las fastuosas superproducciones del Hollywood de los 50.

Por otra parte no esta de más el apreciar como su obra de corte documental se presenta con una soltura y novedad de la cual carece su producción de ficción, desde su incipiente trabajo en busca de sus raices familiares en “Italianamerican” (1974) o aquel homenaje terminal a The Band ( el grupo liderado por Robbie Robertson que emerge desde la agrupación que acompaño a Dylan en su abucheada gira por UK) “The Last Waltz” (1978) a su personal mirada sobre el cine norteamericano en “A Personal Journey with Martin Scorsese Through American Movies” (1995).

1.13.2006

EL IRRESTIBLE ATRACTIVO DEL MAR Y LOS FESTIVALES DE CINE PANTALLA PINAMAR 2005.2006 - Por María Fernada Fernández Vila

Para la organización de eventos importantes, ferias, mercados y festivales, generalmente se utilizan bellos paisajes como el marco más adecuado para atraer a una mayor concurrencia. En el caso del cine, podemos citar al festival de festivales, Cannes, que tiene lugar en una hermosa villa frente al mar. En la Argentina también se ha repetido esta experiencia: el más importante evento cinematográfico de nuestro país tiene lugar en Mar del Plata, la Perla del Atlántico. Chile también tiene su festival internacional del cine en Viña del Mar y así podemos citar otros muchos ejemplos alrededor de todo el mundo.

Desde el 2001 el cine argentino ha sufrido un resurgimiento, discutido por unos y otros, en relación a si es o no un “nuevo” cine o si es o no un cine “independiente”, debate al que no nos dedicaremos en esta ocasión. Lo importante es que el Instituto de Cinematografía Argentina (INCAA) ha visto la necesidad de crear otros ámbitos ideales para mostrarle al mundo nuestro cine y también para intercambiar con otras cinematografías (en este caso mayoritariamente europea) puntos de vista y posibilidades de trabajo en conjunto y PANTALLA PINAMAR ha sido vista como ese nuevo desafío. Este proyecto que se concretó en el 2004 con la primera edición de este festival, tuvo como ideólogo a Jorge Coscia, que acaba de dejar la presidencia del INCAA en manos de su vicepresidente, Jorge Alvarez, ya que actualmente tiene un cargo como diputado de la Nación. El objetivo era crear un espacio para que se pudiera mostrar todo lo mejor de la cinematografía nacional durante un año, además de ir anticipando lo que va a suceder en los próximos meses, y así es que se entiende la sección del festival, LO QUE VENDRÁ y además los “WORK IN PROGRESS” (“En construcción”) que se dan en paralelo con las conferencias de prensa.

Como la cooperación internacional en el ámbito de la difusión de la cultura vernácula es un elemento imprescindible se puso este proyecto en manos de un experto en cine, especialista además en vinculaciones internacionales, particularmente con España, como Carlos Morelli, quién fue nombrado como el Director General de Programación. Las expectativas fueron ampliamente superadas y ya desde los orígenes de esta muestra se contó con el apoyo del Festival de Málaga, en un ejemplo de colaboración entre dos festivales. Las películas ganadoras en Pinamar son exhibidas en el Festival de Málaga y lo mismo sucede en Pinamar con las ganadoras de la muestra española.

PANTALLA PINAMAR tampoco puede explicarse sin contar con la colaboración de la Intendencia de Pinamar, a través de su Secretaria de Turismo y Cultura, en un moderno desarrollo de lo que las ciudades deben hacer para relacionarse con el exterior. El gobierno de la provincia de Buenos Aires, que contiene a Pinamar, también ha respaldado este evento.

Ya en la primer edición de Pinamar, que tuvo lugar entre el 11 y el 18 de diciembre del 2004, el éxito fue completo. En 8 días, extendidos a 9 porque el 19 de diciembre se repitieron algunos filmes, se vieron 41 películas, y el público acompañó a la cinematografía nacional y europea, ya que el número de espectadores superó los diez mil. También las visitas internacionales fue un punto atractivo de la muestra y así los periodistas locales tuvimos la oportunidad de charlar con figuras españolas como Alex de la Iglesia, Ariadna Gil, David Trueba, Mercedes Sampietro, María Barranco, Pablo Carbonell y Goya Toledo, así como con Olivia Magnani, la nieta de la famosa Ana Magnani, que vino a Pinamar acompañando a la película LAS CONSECUENCIAS DEL AMOR, presentada también en el Festival de Cannes de ese año, donde tiene un rol protagónico.

Las películas argentinas que compitieron en la edición del 2004 por un premio para luego ser exhibidas en Málaga fueron: “Adiós querida luna”, de Fernando Spiner, “Buena vida delivery”, de Leonardo Di Cesare, “Conversaciones con mamá”, de Santiago Carlos Oves, “El abrazo partido”, de Daniel Burman, “El cielito”, de María Victoria Menis, “El perro” de Carlos Sorín, “La niña santa”, de Lucrecia Martel, recientemente elegida por el “New York Times” como una de las mejores películas del 2005, “Roma”, dirigida por Adolfo Aristarain, “Un mundo menos peor” de Alejandro Agresti, y “Whisky” de Pablo Stoll y Juan Pablo Rebella. El premio “Balance de Oro” fue para “El perro”, la plata quedó en manos de “El abrazo partido” y el bronce fue para “Roma”.

Dentro de los títulos europeos que vi en esa ocasión, he seleccionado algunos que me han parecido muy interesantes como: CARROUSEL 1950, del director español José Luis Garci, ambientado en la Guerra Civil Española, con las actuaciones de Fernando Fernán Gomez, Ana Fernández y Miguel Angel Solá, entre otros; PASIÓN EN EL VIENTO, un drama italiano sobre inmigrantes y relaciones cuasi-incentuosas, dirigido por Silvio Soldini; EN LA PALMA DE MI MANO, drama alemán, de Rouven Blankenfeld, sobre las relaciones entre una hija y su padre completamente inválido, con vigorosas actuaciones de Irma Schmitt y Klaus Lehman; ATÚN Y CHOCOLATE, ganadora en Málaga, dirigida y protagonizada por Pablo Carbonell, junto a María Barranco, comedia ambientada en Cádiz sobre como la vida de los personajes se ve afectada por la pesca, la inmigración africana y el narcotráfico; FUERA DEL CUERPO, ganadora de un premio Goya por realizador novel, una comedia disparatada que trabaja con la idea del cine en el cine, protagonizada por Gustavo Salmerón y Goya Toledo y dirigida por Vicente Peñarrocha; la hilarante y magistral CRIMEN FERPECTO, de Alex de la Iglesia, protagonizada por Guillermo Toledo y Mónica Cervera, perfectos en sus papeles; y UN VIAJE LLAMADO AMOR, de Michele Placido, con Laura Morante y Stefano Accorsi, un drama ambientado en Italia entre 1916 y 1918 que cuenta el amor desesperado entre los poetas Sibilla Aleramo y Dino Campana.

Para el 2005 el número de películas presentadas ascendió a 48, se vendieron 18.000 entradas, un incremento considerable en relación al primer encuentro y también hubo una fuerte presencia de visitas extranjeras como los actores españoles de LIFTING DEL CORAZÓN, María Barranco & Pep Muné, el director y la actriz italiana, Giuseppe Piccioni y Sandra Ceccarelli por LA VIDA QUE QUISIERAS, el director de SER DIGNO DE SER, Radu Mihaileanu, la española Ana Fernández, actriz de MORIR EN SAN HILARIO, los actores alemanes, Loretta Pflaum, de DORMIDO, y Armin Rhode, de BODA SANGRIENTA, y la joven actriz de EL NIÑO, Deborah Francois.

Los filmes exhibidos se agruparon en las siguientes secciones:

- Y EL GANADOR ES: allí se presentan todas las películas argentinas en competencia que, entre el 1ero. de noviembre del 2004 y el 31 de octubre del 2005, hayan concursado en la competencia oficial o hayan recibido algún premio en cualquiera de las secciones de los festivales cinematográficos considerados de “Clase A”. Las mismas serán votadas tanto por el público como por la crítica especializada y se le darán distinciones a las tres cuyos promedios sean más altos. Se exhibieron: “Ay Juancito” de Héctor Olivera, sobre la vida del hermano de Eva Perón; “El aura”, candidata argentina para los Premios Oscars 2006, dirigida por Fabian Bielinsky, recordado por su “Nueve reinas”; “El buen destino”, ópera prima de Leonor Benedetto; “Garúa” de Gustavo Corrado, una historia de amor y suspenso, con escenografía de tango; la emotiva “Iluminados por el fuego”, candidata argentina a los Premios Goya 2006, sobre el conflicto entre Argentina y Reino Unido por las Islas Malvinas en 1982, dirigida por Tristan Bauer sobre la novela del ex combatiente Edgardo Esteban; “La dignidad de los nadies”, documental dirigido por Pino Solanas acerca de la debacle argentina del 2001 y de los grupos sociales emergentes; “Los muertos”, de Lisandro Alonso, siguiendo la línea estética de su film anterior, “La libertad”; “Monobloc”, de Luis Ortega y un triángulo “amoroso” entre una hija, su madre y su tía encerradas en un ambiente completamente hermético; “Tatuado” de Eduardo Raspo y la búsqueda de un hijo para encontrar sus verdaderos orígenes; y “Un año sin amor”, presentada en Berlín 2005, una historia de sida, homosexualidad y sado-masoquismo.

- HOY ES MAÑANA: aquí se preestrenan películas argentinas y europeas, entre las cuales quiero destacar: “A través de tus ojos”, el director de “Tocala para mí”, Rodrigo Furth, esta vez aborda la historia de dos personas mayores que, asomados a la crisis argentina del 2001, deciden irse a Nueva York para que uno de ellos se someta a un tratamiento médico y para ello cuenta con las impecables actuaciones de Pepe Soriano y Adriana Aizemberg, “La vida que quisieras”, “Lifting del corazón”, del director Eliseo Subiela en un film que el propio Subiela define “hecho no para ganar festivales sino para la gente”, y que narra la historia de un médico español cuarentón (Pep Muné) que tiene una “bonita” familia con la salerosa María Barranco, cuyos cimientos son “sacudidos”, cuando nuestro protagonista viaja a la Argentina y conoce a una joven del lugar (Moro Anghileri); “Los suicidas” de Juan Villegas, el director de “Sábado” y crítico de cine, sobre una novela de Antonio Di Benedetto, vuelve a su actor fetiche, Daniel Hendler, y aborda un tema que le toca muy de cerca, la muerte de un padre de muy niño, aunque aquí la idea principal es trabajar la temática del suicidio; y “Ser digno de ser”, dirigida por Radu Mihaileanu, conocido en estos lares por “El tren de la vida”. Esta película comienza en 1984 en un campamento de refugiados en Sudán, en el momento en que Estados Unidos e Israel están poniendo en práctica su proyecto, “Operación Moisés”, de llevar a los hijos de judíos etíopes a Israel. Una madre, temiendo que su hijo muera de hambre, lo hace pasar por otro niño judío y así Yael, el protagonista de nuestra historia, es enviado a Tel Aviv y allí deberá aprender todo de cero, simulando ser judio cuando fue criado como cristiano, sufriendo el desarraigo, pero por sobre todas las cosas, el alejamiento de su madre. El realizador también comparte con Yael la complejidad en su origen y así él mismo confiesa que algunas personas lo consideran francés y otras, rumano y que en realidad él se siente que es “ambas y ninguna: ni completamente francés, ni completamente rumano”. “Habla rumano con acento francés y habla francés con acento rumano”. La idea principal que intenta comunicar en este film es que “no se puede vivir sin el otro” y que “el otro está dentro de uno”. Un tema tan actual que nadie debería dejar de ver esta película.

Por varios y distintos motivos, párrafo aparte merece la muy acabada LA VIDA QUE QUISIERAS. Aquí me voy a permitir ser un poco sentimental y dedicarles un agradecimiento y homenaje a dos “amigos” que el cine (en su máxima expresión de puente entre culturas) me ha brindado y que son el director de este film, Giuseppe Piccioni (del que en la primer edición de “Pantalla Pinamar” se exhibiera “Luz de mis ojos”), un hombre generoso en sus pensamientos y acciones, y un director con ideas muy claras y a la bella y simpática Sandra Ceccarelli, protagonista de esta película, pero también de la anterior, “Luz...”, poseedora de un castellano que muchos envidiarían y un ser adorable. Con ellos y otros amigos hemos compartido muy agradables momentos, desde el desayuno, pasando por las conferencias de prensa, los almuerzos, los paseos, las veladas de cine y por supuesto las interminables cenas con baile incluido. Mis queridos lectores pensarán que tanto entusiasmo no me permitirá esbozar algunas líneas objetivas sobre este film, pero eso no es así, ya que la calidad del mismo habla por si sola y no es una tarea muy difícil comentarles algunos puntos interesantes a tener en cuenta y entusiasmarlos con la idea de ver LA VIDA... que, seguramente ,será exhibida en Sudamerica en los próximos meses.

La historia de LA VIDA QUE QUISIERAS trabaja la idea del cine dentro del cine. Dos actores comprometidos con su trabajo en un film de época viven sus vidas en paralelo. Uno de los puntos interesantes de este trabajo es que permite confirmar la vigencia del melodrama clásico, ya que una historia como la que cuenta la película que los protagonistas están filmando, y que tiene muchas reminiscencias a amores trágicos como los que viven los personajes de “La dama de las camelias” o de “Ana Karenina” puede proyectar una historia ambientada en la época actual, y estará en los protagonistas el poder vencer la fuerza del destino y percibir la delgada diferencia entre la “realidad” ficcionada y la ficción. Complejidad en el enfoque que es muy bien resuelta por el director, a través de un uso de la cámara muy precisa y de una belleza en la fotografía que acompaña sobre todo a las escenas que corresponden a la “sub” película que se está filmando, y que le dan un marco adecuado a esta realización. Un aporte muy valioso a este trabajo es la actuación de sus protagonistas, la ya mencionada Sandra Ceccarelli, que maneja a la perfección esa dualidad en su rol y un Luigi Lo Cascio impecable en su doble papel de protagonista de las “dos películas” y en su pasaje de hombre desapasionado a Otelo celoso, tanto en el aspecto amoroso como en el laboral. Debemos agradecerle a Pantalla Pinamar que nos de la oportunidad de ver un cine tan exquisito y que nos permita romper con ese círculo vicioso del mal llamado “cine comercial”, que a veces no responde tanto al gusto del público, sino a los monopolios existentes en el mercado cinematográfico.

- UN DÍA, UN FILM: donde se pudo disfrutar de títulos como “Buen día, noche”, de Marco Bellocchio, sobre el secuestro y posterior asesinato de Aldo Moro, que nos permite corroborar el oficio de Luigi Lo Cascio; “El lugar del alma”, de Riccardo Milani, un angustiante drama que toca un tema muy actual como el de las multinacionales despidiendo personal de sus empresas automotrices; “Boda sangrienta” co-producción entre Alemania y Bélgica, basada en el comic, “Lune de Guerre”, dirigida por Dominique Deruddere, de ritmo vertiginoso, marcando la delgada línea que separa la normalidad del desborde y de cómo un simple hecho puede desencadenar una tragedia; y “El milagro según Salomé”, un melodrama clásico, con toques de misticismo, basado en una novela de José Rodrigues Miguéis, dirigido por el portugués Mario Barroso, y ambientado en 1917.

- LO MEJOR DEL FESTIVAL DE MÁLAGA: tres películas ganadoras en la edición 2005 de ese Festival: “Heroína” de Gerardo Herrero, cuyo título juega con el doble significado que tiene esa palabra, y la guerra de una madre para que su hijo se aleje de las drogas; “Tapas”, de José Corbacho y Juan Cruz, deliciosas historias de diferentes personajes que se entrelazan y dejan un cierto sabor amargo y que tienen a un bar como escenario común, donde se destacan las actuaciones del argentino Alberto de Mendoza y María Galiana, como una pareja de ancianos, que se embarcan en caminos “éticamente” discutibles con el objeto de disfrutar de sus últimos momentos juntos; y por último “Morir en San Hilario”, de la directora Laura Maña, con las actuaciones de Ana Fernández y el argentino Ulises Dumont.

- RAÍCES: (producto de un acuerdo con el cine catalán) se presentaron dos películas: “Amor idiota”, una comedia romántica “difícil”, de Ventura Pons y “Camarón”, sobre la vida de Camarón de la Isla, el cantante flamenco que marcó a fuego los años 60 y 70.

- EL VALS DEL ANIVERSARIO: se exhibieron las legendarias y argentinísimas “Los muchachos de antes no usaban arsénico”, de 1976, dirigida por José Antonio Martínez Suárez; “La raulito” de 1975, realizada por Lautaro Murúa (cuya única copia fue prestada por el gobierno español); “Lo que pasó a Reinoso” (de 1955, dirigida por Leopoldo Torres Ríos, cuya copia fue recientemente restaurada tras un dificultoso tratamiento realizado integramente en Argentina); y la española "Las cosas del querer”, de 1989, dirigida por Jaime Chavarri.

En otras secciones como LA NOCHE AMERICANA y LA MIRADA ORIENTAL se proyectaron respectivamente “Heights”, una historia bien neoyorkina, dirigida por Chris Terrio y protagonizada por Glenn Close y “Al oeste de Beirut”, una produccción entre Francia, Noruega, Líbano y Bélgica, que aborda el drama de unos adolescentes ante la guerra civil del Líbano de 1975.

También hubo lugar para los más pequeños y así en la sección LA HORA DE LOS CHICOS, se presentó “El sueño de una noche de San Juan”, dibujos animados de Angel de la Cruz y Manolo Gómez, en una versión libre de “Sueño de una noche de verano” de Shakespeare; y “Valiant”, otra animación, de origen inglés, dirigida por Gary Chapman y que “juega” con el papel que las palomas mensajeras cumplieron en la II Guerra Mundial.

Es interesante tener en cuenta algunos de los trabajos presentados en los WORK IN PROGRESS, ya que ayudan a construir un panorama de los proyectos del cine nacional que ya se están gestando, y así podemos mencionar: “Agua” de Victoria Chen, con las actuaciones de Rafael Ferro, Nicolás Mateo, Gloria Carrá y Jimena Anganuzzi y la historia de un antiguo campeón de natación en aguas abiertas, que, acusado de doping, decide exiliarse, abandonar todo y lo interesante es lo que sucederá cuando quiera volver; “Madres”, documental de Eduardo Walger sobre las Madres de Plaza de Mayo Línea fundadora; “Luis Sandrini, un clown” de Lilian Morello sobre guión escrito por la hija del propio Sandrini, un documental sobre la vida y la obra de uno de los actores más populares de la historia del espectáculo latinoamericano; y “La fuga”, coproducción con mis amigos chilenos, en una ópera prima de Pablo Larraín, protagonizada por Benjamín Vicuña y Gastón Pauls, que cuenta la historia de una melodía y de cómo un hombre intenta escapar de ella, y de cómo otro hombre intenta hacerla propia.

Por último, los premios fueron otorgados a ILUMINADOS POR EL FUEGO como la mejor película, votada por el público y la crítica especializada, a la cual se le entregó el “Balance de oro”; el “Balance de plata” fue para LA DIGNIDAD DE LOS NADIES y el de bronce para EL AURA. Además, el jurado de Signis, incoporado en esta segunda edición premió a LA DIGNIDAD DE LOS NADIES por retratar “ con rigor cinematográfico y una mirada sensible y desprejuiciada el rostro humano de la exclusión social,...”

El balance de este Encuentro es muy positivo en todos los aspectos, desde lo social hasta lo cultural, pasando por lo económico (incluso hubo un encuentro entre productores argentinos y los visitantes extranjeros para explorar las posibilidades de trabajo en conjunto). Se ha profundizado el acuerdo con el Festival de Málaga, al cual se considera como “una vitrina para el lanzamiento de Pantalla Pinamar en Europa”, ha sucedido lo mismo con ANICA, la Asociación Italiana de la Industria cinematográfica, audiovisual y multimedia, y también se han firmado otros nuevos entendimientos como el de la Intendencia de Pinamar con representantes del gobierno de El Líbano para fomentar el turismo y la cultura o como el del Instituto de Cine con la “Film FernsehFonds Bayern” para promocionar el cine de Bavaria en Argentina y que suceda lo mismo con el cine nacional allí y también para analizar la posibilidad de un trabajo en coproducción. Todas son puertas abiertas al mundo y distintos caminos que permiten a su vez el respeto a la diversidad cultural sin por ello abandonar la identidad nacional.

Me despido hasta el próximo encuentro.

BUENOS AIRES – SÉPTIMO FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE INDEPENDIENTE - BAFICI 2005 - por María Fernanda Fernández

Durante los últimos cuatro años el responsable de la organización de este festival había sido Eduardo Antín, o más conocido como “Quintín”, un crítico de cine argentino muy considerado internacionalmente (tanto que fue parte del jurado de la muestra “Un certain regard” del último festival de Cannes) y fundador de la revista especializada “El Amante”. Por desinteligencias con el Secretario de Cultura porteño, Gustavo López, Quintín fue desplazado de su cargo y su lugar fue cubierto por Fernando Martín Peña, critico y coleccionista de cine, quién se conviritó en el director artístico de esta edición 2005. Peña es director de la Filmoteca de Buenos Aires (que cuenta con más de 4.300 filmes), integra APROCINAIN (la Asociación Pro Cinemateca y Archivo de la Imagen Nacional), es crítico en la revista “Rolling Stone”, programador de la sala de cine del MALBA (Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires), autor de varios libros (entre los que se cuenta “El cine quema: Raymundo Gleyzer” del 2000) y también creador de una revista de cine, “Film”, que tuvo una corta vida.


A pesar de que parecía que la estructura del festival podía verse resentida por estos cambios de autoridades de último momento, esto no sucedió y nuevamente nuestra ciudad pudo disfrutar de una muestra de cine nacional e internacional con más de 400 películas, cuya amplia diversidad en géneros, estilos y países de origen hizo que un público, que generalmente no se conforma con la oferta del circuito comercial, haya quedado bastante satisfecho. De los 414 trabajos exhibidos, 292 fueron largometrajes y 122 cortos de menos de 50 minutos. Los países de los cuales provenían esos trabajos fueron Alemania, Argentina (con una presencia de 75 filmes, de los cuales 49 eran largos), Armenia, Austria, Bélgica, Brasil, Camboya, Canadá, Chile (4 largos y un corto), China, Corea del Sur, Cuba, Dinamarca, España, Estados Unidos, Filipinas, Finlandia, Francia, Gran Bretaña, Holanda, Hong Kong, Hungría, India, Irán, Irlanda, Israel, Italia, Japón, Kazakistán, Kirguistan, Líbano, Malasia, Marruecos, México, Palestina, Paraguay, Rusia, Senegal, Suecia, Suiza, Tadjikistán, Tailandia, Taiwán, Túnez, Turkmenistán, Uruguay y Uzbekistán.


El festival tuvo lugar entre el 12 y el 24 de abril de este año y tuvo como sedes la cadena de cines Hoyts (situada en el barrio del Abasto), el cine América (un cine que está fuera del circuito comercial, y que sólo es abierto para algunas ocasiones especiales), el cine Cosmos (un cine donde usualmente se estrenan películas que van por fuera del circuito de los multicines), la sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín (correspondiente al ámbito oficial), el Centro Cultural Ricardo Rojas (perteneciente a la Universidad de Buenos Aires), el cine sito dentro del MALBA y la sala de exhibición que tiene la Alianza Francesa. Este detalle da muestra que también en el ámbito de la exhibición se ha buscado la diversidad, ya que se mezclan espacios de exhibición públicos con privados, lugares netamente comerciales con otros que no lo son tanto.


Se realizaron 857 funciones de las cuales 800 fueron para el público y el resto para la prensa. Los asistentes a esas funciones para el público general ascendieron a los 174.500 y las entradas vendidas fueron 124.500, un 17,5% más que el año anterior. Además se deben contar unos 10.000 asistentes a las 50 actividades especiales que tuvieron lugar. Hubo unos 250 invitados internacionales provenientes de 32 países diferentes. En el ámbito nacional se invitaron a 1130 personalidades y se acreditaron 535 periodistas.


Las películas se agruparon en distintas secciones muy abarcativas que luego están subdivididas por países o directores, a saber:


Competencia: con tres divisiones: largometrajes internacionales, largometrajes argentinos y cortometrajes argentinos.


Panorama: dividida en FUNCIONES ESPECIALES, dentro de la cual se presentaron interesantes y polémicas películas argentinas:


“Cama Adentro”, de Jorge Gaggero, premiada en Sundance 2005 y presentada como película de apertura


“Géminis” de la promisoria realizadora Albertina Carri, ya reconocida por su anterior film, “Los rubios”, que esta vez se avoca al tema de las relaciones incestuosas entre dos hermanos de una familia de clase alta, y que fue presentada como película de clausura


“Hermanos” de Julia Solomonoff con un planteamiento diferente acerca de los años de la dictadura, y


“La vida por Perón” de Sergio Bellotti, acerca del fallecimiento del general Perón y una macabra maniobra de jóvenes de una organización político-militar de la izquierda peronista.


TRAYECTORIAS, entre las que pude ver:


“Fallen” del checoslovaco Harun Farocki y su extraño viaje siguiendo al protagonista que decide redimirse y cambiar su vida, trastornado por la culpa que siente por no haber intentado evitar un suicidio.


“Machuca”: de la cual no es necesario mayor detalle por el masivo conocimiento que de ella tienen nuestros lectores, pero si me permito dos comentarios: 1) mi opinión personal es que el film es un relato alternativo y certero de los días vividos antes y después de la caída de Salvador Allende y que la decisión de que los protagonistas principales recaigan en niños que están entrando en la adolescencia es muy eficaz, ya que renueva el enfoque, sin por ello perder la seriedad y la dramaticidad de la situación, y 2) una buena noticia: esta película será estrenada en breve en Argentina.


“Samaritan girl”, del coreano Kim Ki-duk (conocido por “Primavera, verano, otoño, invierno y nuevamente primavera” y también por otra película que se estrenará en breve en Buenos Aires, “Hierro 3” y que fuera proyectada también en esta sección del festival) acerca de dos adolescentes, compañeras de escuela, que deciden prostituirse para recolectar fondos e irse a Europa. Aquí el realizador abandona la línea de pureza y belleza estética de “Primavera...” y vuelve a trabajar, como en algunos de sus films anteriores, el tema del sexo y la violencia, sin por ello perder la vocación moralista.

“A dirty shame”, del director norteamericano independiente John Waters, del cual hace algunos años atrás, y también en el ámbito del BAFICI, viera “Cecil B. DeMented”, que se caracteriza por su línea de locura extrema y risas al por mayor. En esta ocasión pone en el centro de la escena a una mujer madura, que por haber recibido un golpe en su cabeza, se transforma de reprimida en ninfómana.

“Silver city” y lo difícil que para mi es ser imparcial, ya que es uno de mis directores preferidos: John Sayles, norteamericano (que cuenta entre sus filmes a “La tierra del sol”, “Limbo” “Estrella solitaria”, “El secreto de Roan Inish”, entre otros). En esta ocasión, este polémico director que siempre tira sus dardos contra el sistema imperante en su país se dedica a abordar el tema de las campañas electorales y todas las mentiras y corrupción que rodean estos procesos. Un tema sensible en estos momentos en mi país. Chris Cooper y su usual costumbre de dotar a sus personajes de un brillo especial con una actuación para remarcar encarnando el protagonista de la historia, muy bien acompañado por Richard Dreyfuss, Tim Roth, Billy Zane y Kris Kristofferson.

“Vento di terra”, nuevamente con el director napolitano Vicenzo Marra, del cual ya en ediciones anteriores del Bafici, viera “Tornando a casa”. En este caso la historia trata de la vida de un joven protagonista, que intenta hacer de todo para salir de la pobreza, pero siempre queda atrapado de alguna forma. Aunque se vislumbren momentos de felicidad, el destino final siempre es aciago. El relato de este realizador vuelve a tener un tono ascético, con reminiscencias del francés Bresson, pero aquí se agrega un tono de realidad política, cuestionando la participación italiana en los conflictos internacionales.

“Moolaadé”: MUY RECOMENDADA. Aunque de difícil estreno comercial, hay que rastrear este film en muestras que se hagan para no perdérselo. Su director es el senegalés Ousmane Sembene y utiliza todo el colorido del lugar (una aldea africana en Burkina Faso) y de las tradiciones reinantes para abordar de una forma diferente un rito considerado por Occidente como una aberración: la ablación, basada en la mutilación genital femenina.

“Sueño de una noche de verano”, de origen serbio, dirigida por Goran Paskaljevic, del cual conocemos filmes como “Como barril de pólvora” o “La otra América”. Aquí este realizador combina de manera entrañable la magia shakesperiana con la cruda realidad del conflicto yugoeslavo.

CINE DEL FUTURO, de las que ví:

“El hombre del bosque”, una muy eficaz película norteamericana, opera prima dirigida por Nicole Kassell, que aborda el tema del abuso de menores y lo planta al espectador en la controvertida posición de darle o no una posibilidad de reivindicación a aquél que comete este tipo de crímenes. Impecable actuación de Kevin Bacon.

“How the Garcia girls spent their summer”, opera prima dirigida por la norteamericana Georgina García Riedel, que, en estilo, se contrapone diametralmente con la película antes mencionada, “El hombre del bosque”, Aquí se evidencia el toque femenino, especialmente por la temática abordada: tres generaciones de mujeres y cómo enfrentar el problema de la falta de amor. A esto también se lo condimenta con la problemática latina en Estados Unidos. Muy correctas actuaciones de las tres protagonistas femeninas: Elizabeth Peña, America Ferrera y Lucy Gallardo.

“Day and night”, una coproducción escandinava, dirigida por Simon Staho, con un despojado relato del día y la noche anterior al suicidio de un hombre, haciendo honor al estilo que caracteriza a las películas que vienen de esas latitudes. La ambigüedad con que se trata la vida y la muerte es escalofriante y el hilo conductor de la película son las conversaciones que este candidato al suicidio sostendrá con las personas más cercanas a él.

TERRITORIOS EN TENSIÓN: sección que abre una ventana a los conflictos y tensiones de la actualidad global, abordando los problemas de lugares como Argentina, Brasil, Corea del Sur, Estados Unidos, Israel & Palestina, India, Indonesia, entre otros, y temáticas como las dos guerras mundiales, los conflictos de política internacional actual, la situación de las cárceles, los pueblos originarios, la inmigración, las dictaduras militares y el sida. Está compuesta en su mayoría por documentales rodados en regiones donde el conflicto está a flor de piel.

ALGO JUDÍO: De esta sección vi TO TAKE A WIFE, ambientada en Haifa (Israel) en 1979 con una dupla en su dirección conformada por Shlomi y Ronit Elkabetz. Aborda una temática de género muy definida. La película trabaja sobre la figura central de la protagonista, una mujer, que ha decidido dejar a su marido, pero que no puede hacerlo por los lazos familiares que parecen estrangularla. El aire fresco que entra a su vida a través de un amante del pasado sólo podrá salvarla si se decide a enfrentar las convenciones sociales.

PERSONAS Y PERSONAJES: De esta sección dedicada a rescatar o resaltar la figura de ciertas figuras públicas, ciertas figuras olvidadas del pasado o de seres anónimos que se ganan el título de personajes por mérito propio, vi:


“Toro negro”: película mexicana, cuyos realizadores, Pedro González Rubio y Carlos Armella, pintan en un descarnado relato la miserable vida de un torero local, de nombre Fernando Pacheco, alias “El suicida”. Para llevar a cabo esta tarea utilizan un estilo gélido, asumidamente realista (ya que así lo hizo notar uno de los directores en la presentación del film), que en algún punto tiene reminiscencias del “neorrealismo italiano”, pero aderazado con cruentas escenas de violencia sexual, que hacen sentir al espectador ostensiblemente incómodo.

MÚSICA: aquí se armó una programación alrededor de un núcleo de fuerte estirpe rockera, acompañado de géneros menos habituales para esta sección, pero igualmente bienvenidos para cubrir un amplio espectro de gustos: rhythm & blues, tango, salsa y cumbia.


NOCTURNA, con títulos que se exhiben a última hora y entre los que pude ver “Breaking news”, un policial del director de Hong Kong, Johnny To, con un ritmo vertiginoso y una historia atrapante.


Por último, dentro de “Panorama”:


CINE DE ARTISTAS: donde se intenta explicar el significado del cine narrativo para las artes visuales y, al mismo tiempo, la oportunidad enorme que significan los artistas para el cine del futuro.


Siguiendo con las secciones, le llega el turno a:


En foco: dedicada a personalidades especiales como Chantal Akerman, el mexicano Carlos Echeverría, Robert Frank, David W. Griffith, Monte Hellman, Ryuichi Hiroki, Andreas Kleinert, André Labarthe, Caroline Leaf, Christian Leighton, Albert y David Maysles, Bill Plympton, Frank Scheffer; o a territorios como “Al sur del cine” (aquí MUY RECOMENDABLES “Ali Zaoua, Prince of the streets”, película coproducida entre Europa y Africa, conmovedor relato de las andanzas de un grupo de niños, desposeídos, que vagan por las calles de Marruecos; y “Les silences du palais”, coproducción franco-tunecina, acerca de las relaciones entre hombres y mujeres en la sociedad musulmana), Alemania, Armenia (que se podría representar en “Symphone of silence”, una inquietante tragicomedia grotesca que habla sobre el sueño de un hombre, pero cuya referencia y destino puede trasladarse al de toda una nación), Asia Central y “Cine Canadá”.


Rescates: Todos los años el festival revisa el pasado cinematográfico mundial y le dedica un espacio de privilegio a la difusión de obras redescubiertas o restauradas. De esta sección pude disfrutar el documental sobre la vida de Lon Chaney, pieza clave del cine mudo. “Lon Chaney: A thousand faces” fue realizado por el británico Kevin Brownlow y retrata magistralmente la vida de este genio, especializado en la caracterización de sus personajes, utilizando la técnica del desmontaje de la imagen mítica, y proporcionando la información necesaria para revelar una personalidad singular.


Work in progress: Aquí la idea es mostrar largometrajes en proceso de producción, que resulta muy interesante ya que permite abrir interrogantes y plantear un espacio de reflexión acerca de qué tipo de cine se está produciendo en nuestra región.

Esta séptima edición presentó también varias novedades, entre las cuales se destacó la incorporación del cine animado.


Hubo varios premios establecidos, entre los cuales como es habitual el más importante correspondió a “Competencia internacional”, en la cual se presentaron los siguientes 14 filmes:

“The irrational remains” de Alemania

“The forest from the trees” de Alemania

“Cándido López: los campos de batalla” (documental dirigido por el argentino José Luis García sobre el pintor local cuya temática está referida a la Guerra del Paraguay)

“Temporada de patos” de México

“L´esquive” de Francia

“Thrist” de Palestina

“Monobloc” del director argentino Luis Ortega, acerca de tres mujeres que comparten un monoambiente que parece estar suspendido fuera del mundo y del tiempo

“Demi-Tarif” de Francia (en una película cuasi-documental en la cual la joven actriz Isild Le Besco debuta en la dirección siguiendo con su cámara nerviosa e inquieta las desventuras cotidianas de un grupo de chicos que pasan su día en la calle)

“4” de Rusia y un film con un planteamiento extraño que sigue el derrotero de tres protagonistas elegidos (dos hombres y una mujer que se juntan en un bar) y que además nos da la posibilidad de percibir el estado actual de su país

“Samoa”, una película experimental del realizador argentino Ernesto Baca, filmada en Super 8

“Aftermath”, de Dinamarca, dirigida por Paprika Steen (conocida por su actuación en “Corazones abiertos” y “La celebración”) en su ópera prima y el gélido pero certero tratamiento que le brinda al drama de dos padres que afrontan la pérdida de su hija adolescente

“Domicilio privado”, de Italia, dirigida por Saverio Costanzo y un producto de factura perfecta. Aquí se plantea el problema de la convivencia de los pueblos, en este caso en particular cuando un grupo de soldados israelíes se instala en el piso de arriba de una casa que habita una familia palestina. MI ESPECIAL RECOMENDACIÓN

“The time we killed” de Estados Unidos

“Spying cam” de Corea

“El cielo gira” de España (un documental dirigido por Mercedes Alvarez, centrado en una pequeña y abandonada aldea de Galicia, en la que nació la directora y en donde hoy viven solamente 14 personas)

“Mongolian Ping Pong” de China

En la competencia oficial internacional largometrajes, la ganadora a mejor película fue “El cielo gira”, el mejor director Ilya Khrzhanovsky por “4”, mejor actor Mohammad Bakri por “Domicilio privado”, mejor actriz Eva Loebau por “The forest from the trees”, el premio especial del jurado fue para “L´Esquive” y la mención del jurado para la argentina “Monobloc” y para “Spying cam”. En largometrajes argentinos la distinción máxima fue para “Como un avión estrellado” de Ezequiel Acuña, con una distinción especial para el nuevo film de Jorge Gaggero, “Vida en Falcon”.

Las otras distinciones fueron: “Jurado Derechos Humanos” (donde el premio se lo llevó “Moolaadé”), “Jurado ADF” (Asociación Argentina de Autores de Fotografía Cinematográfica), “Jurado cortometrajes”, “Jurado FIPRESCI” y “Jurado SIGNIS” (de la Asociación Católica Mundial para la Comunicación). También hubo un premio del público que consagró a “Cándido López” como mejor film nacional y a “El cielo gira” como mejor film extranjero. “El cielo gira” además obtuvo el Premio FIPRESCI y el SIGNIS.

Espero no haberlos abrumado con tanta información y nombres de películas. Finalmente me dí cuenta que vi muchísimas cosas muy interesantes y que espero que el BAFICI tenga una larga vida y continue con la tradición de ser una muy buena opción de cine “diferente”, dándole a ese “diferente” una connotación muy positiva.


Me despido hasta el próximo encuentro.